miércoles, 20 de abril de 2011

Estudios de Ciencias de la Educación de los Programas AEU

Estudios de Psicopedagogía   
              
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Con la colaboración de la Cátedra de Psicopedagogía Clínica de la F.P. Universidad de Buenos Aires
Estudios de Ciencias de la Educación
Presentación
Históricamente las prácticas educativas y de formación se han enfrentado a retos caracterizados por su complejidad, en algunos casos con riesgo social y político. En esta década, se añadieron otros problemas que son ecos de nuevas configuraciones sociales y económicas. Ejemplos de ello son las problemáticas de convivencia y de respeto en instituciones educativas, como la escuela, el instituto o la universidad, así como también el retraso de los jóvenes en incorporarse a la vida laboral activa e independiente. La siempre difícil transición de la infancia a la adolescencia y a la juventud, como momentos para crecer en compañía de los otros, se ha complicado.
La experiencia educativa se caracteriza hoy por un aumento de los casos que comprometen los sistemas institucionales y pedagógicos. Surgen nuevos síntomas que corresponden a denominaciones diagnósticas y modos de clasificación psicopatológica: TDHA (Trastornos por déficit de atención con hiperactividad), las crisis de ansiedad, la fobia escolar, la depresión infantil, trastornos de conducta y trastornos de aprendizaje. Más allá de los modos de estandarizar y etiquetar con diagnósticos, tenemos niños con problemas que ponen en cuestión a las familias, a la escuela, a los maestros e incluso a los expertos en dificultades escolares y sociales.
En este contexto, la responsabilidad de los educadores requiere estar en posesión de  los conocimientos necesarios para dar respuesta a la particularidad de cada caso. Pero cualquier conocimiento es insuficiente si el educador no tiene la disponibilidad personal que le permita interesarse y atender sensibilidades diferentes de la suya.
En los centros escolares y en los institutos, los casos de violencia, agresividad, segregación se multiplican y los responsables adultos temen por los efectos que a corto plazo ya se están produciendo. De vez en cuando se desencadenan situaciones límite con niños y adolescentes, sin que nadie haya sido capaz de anticipar ni de dar razones de su causa: niños que eliminan, un buen día, a sus iguales. Muchos otros no llegan a este extremo, pero siguen estando ahí en un “no-lugar”, desvinculados de la significación que el discurso del otro pueda tener para ellos. Este tipo de experiencias desgarran el tejido social y separan a las personas, producen desconfianza, miedo e inseguridad. Siguen siendo síntoma de algo que la sociedad no termina de descifrar, y de lo que la comunidad se sorprende cuando irrumpe en un momento dado.
Por otra parte, la universidad constata que el número de jóvenes que inician sus estudios y permanecen en las facultades sin terminar sus carreras es cada vez más alto. Estos jóvenes requieren un modo de acogida y de acompañamiento en su trabajo académico distinto al que se venía desarrollando hasta ahora. La personalización y el seguimiento tutorizado, así como también una manera distinta de relacionarse con ellos, será la condición necesaria para proponer una metodología de trabajo cuya planificación y aplicación intentan recoger las actuales reformas del sistema de educación superior, propulsadas por la Unión Europea y por cada uno de sus Estados Miembros. Profundas reformas están en curso en diversas comunidades educativas de Iberoamérica, Canadá, USA.
Por razones parecidas, otras instituciones, como las empresas que disponen de Departamentos de Formación para sus trabajadores, solicitan con urgencia un tipo de asesoramiento educativo que, más allá de las habilidades instrumentales y las competencias básicas, oriente en particular las maneras de situarse en relación al trabajo en equipo y el diálogo con los otros, fuente de innumerables problemas de convivencia y enrarecimiento del clima laboral.
Los gobiernos, por su parte, han dejado de ignorar que las carencias en la eficacia de la economía productiva pasan inexcusablemente por una formación continuada acorde a los objetivos de instituciones y empresas.
Parece urgente por lo tanto replantear la base epistemológica y la pragmática de las especialidades que se dedican a atender las problemáticas reales que se presentan en los ámbitos educativos.
Los Estudios de Ciencias de la Educación de los Programas AEU se proponen iniciar nuevas rutas de investigación, desarrollar nuevas hipótesis de trabajo que puedan aplicarse como posibles respuestas a los problemas que nos interpelan.

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